Desde que mi peque entró en el cole de mayores en septiembre, he sentido bastante nostalgia y recuerdo bastante a menudo como fue su llegada hace ya tres años y medio. Mi peque se lleva sólo 19 meses con su hermana «mayor«, una diferencia muy mínima que sé que con el tiempo pasará a ser casi imperceptible. Tres años y medio ya, que han pasado volando.
Se habla mucho de cuál es la edad perfecta para aumentar la familia y cada vez tengo más claro que influye mucho la familia, el carácter del hermano mayor y, también y mucho, el carácter del nuevo miembro que llega a la familia. No hay reglas fijas, como en la mayoria de las cosas en esto de la maternidad, la verdad.
Nuestra idea era que nuestros hijas se llevaran más o menos dos años. Como con la mayor nos costó un poco dar en la diana, cuando decidimos aumentar la familia pensamos en hacerlo con tiempo por lo que pudiera pasar y… ¡zas! Vino un poco antes de lo previsto. La llegada de la peque no supuso grandes complicaciones en cuanto a celos; su hermana «mayor» era demasiado pequeña para darse cuenta de muchas cosas y a día de hoy ella no concibe la vida sin su hermana. Desde que tiene recuerdos su hermana forma parte de su vida y por eso creo que todo ha sido mucho más fácil. Aunque sí es cierto que siempre tenemos cuidado, porque cuando ha sido más mayor si hemos tenido que limpiar alguna que otra pelusilla, pero nada fuera de lo normal.
Mucha gente me dijo que destronamos a la mayor demasiado pronto. Una frase que no me gusta nada y que no comparto en absoluto. La llegada de la segunda no supuso la destronación de nadie. Sí es cierto que el tiempo hubo que compartirlo, porque los días a pesar del aumento de familia seguían teniendo 24 horas como antes y os engañaría si os dijese que el cambio de uno a dos, cuando se llevan tan poco tiempo, no es brutal, pero sobrevivimos y fue mucho menos difícil de lo que nos pintaban. Aunque os confesaré que recuerdo algún día en el que pensé que en lugar de dos hijas tenía tres.
¿Y sabéis algo que eché en falta con la llegada de la segunda? El papel de hermana mayor de la primera. Mi «mayor» era aún muy pequeña y no le prestó demasiada atención a su hermana hasta pasados los seis meses, que fue cuando empezaron a interactuar más. Aunque creo que eso también ayuda a que todo fuese mucho más fácil. En cambio, ahora la reacción de mi niña mayor cuando ve a un bebé es total. Le hace monerías para que se ría, les canta canciones, les intenta coger, les quiere dar de comer… un montón de cosas que nunca demandó hacerlas con su hermana, ya que era demasiado peque como para que este papel de «hermanita mayor y madraza» adquiriera protagonismo en ella.
Al hilo de todo esto hace unos días conversaba con Laura del blog Entremadres, que está a puntito de tener a su segunda niña, sobre los celos y la llegada de los hermanitos y eso me hizo pensar en qué consejos le daría yo, como mami de dos, a una amiga que está a punto de experimentar la llegada de su segundo hijo. Y aquí están mis consejos:
1. Intentad mantener las rutinas del mayor. La llegada de un hermano marcará una nueva etapa. Intenta contar con ayuda según se aproxime la fecha de llegada de su hermano. Si la llegada se produce en época escolar es recomendable que siga asistiendo al cole, sin romper así sus rutinas. Será mucho mejor que la persona que va a ocuparse de él mientras estés en el hospital se traslade a tu casa en lugar de llevar el niño a casa de alguién durante unos días.
2. Que el hermano pequeño sorprenda al hermano mayor con un regalo, si es algo que le haga especial ilusión mucho mejor. Mi peque le trajo a su hermana su primera bebé, un bebé al que desde siempre tiene un cariño especial y a pesar de lo pequeña que era, recuerda perfectamente que se lo trajo su hermana cuando salió de la tripita de mamá.
3. Cuando recibas visitas en casa no aproveches para que entretengan al hermano mayor o se lo lleven al parque o a dar un paseo. Aprovecha para que las visitas se encarguen del bebé, quizás para comer sólo te necesite a ti, pero ellos pueden ayudarte con el baño, los cambios del ropa, los paseos… Tú durante ese tiempo podrás dedicar tiempo a tu hijo mayor, tiempo en exclusiva para él haciendo lo que más le guste, algo que seguro le encantará.
4. Intentad cada día pasar un rato en familia. Mientras el hermano mayor colorea, ve sus dibujos preferidos o simplemente hace un puzzle, el bebé podrá estar dormido en su cuco y papá y mamá podrán aprovechar para leer una revista, un libro o simplemente charlar un rato o hacer algo con el mayor. Con esto, que puede parecer una tontería, ayudaremos al mayor a aceptar la llegada de su hermano y daremos normalidad a la nueva situación familiar.
5. No tengáis miedo a los celos. Los celos no son malos, siempre y cuando se sepan llevar. Lo importante es que si tu hijo los siente los exteriorice y cuantos antes lo haga antes pasarán. Tomarlo con naturalidad y ayudarle a entender la nueva situación, será la clave para que pasen pronto.
6. Y, sobre todo, relativiza. Da prioridad a lo que es verdaderamente importante, que sois vosotros, la familia al completo. El resto puede esperar. Eso te ayudará a disfrutar mucho más.
Espero que os ayuden. Y vosotros, ¿dariáis algún consejo más?
Totalmente de acuerdo con lo que comentas. Los mios se llevan 3 añitos y he vivido algunas de las cosas que comentas. Ahora sí que el mayor hace su papel de hermano mayor y cuida y juega mucho con la peque y a mí me encanta. Verles jugar juntos a casi todo es fantástico, aunque es verdad que todo depende de muchas cosas. A mí, respecto al tiempo, que últimamente no me queda nada, todo lo demás, al tener a la segunda, no ha sido peor, sino todo lo contrario, pese a que reconozco épocas más difíciles. Besitos guapa
Para nosotros fue mucho mejor de lo que nos pintaron. Y aunque ha habido épocas dificiles, pesan más los momentos buenos que los malos. ¡Besos!