Fiesta de cumple de la prodigiosa LadyBug

No nos complicamos mucho. Algunas ideas de decoración y ganas de pasarlo bien fueron los principales ingredientes de una fiesta genial, la verdad. Como estábamos en pleno verano, la fiesta la hicimos en la piscina y los jardines de casa. Una tarde de juegos y piscina cargada de risas y buenos ratos, que terminó con una merienda cena como las de antes, con gusanitos gordos rojos incluídos. ¿Os suena verdad?

Para la decoración no me compliqué nada, unas letras grandes de «Feliz cumple» y unos banderines cien por cien caseros que quedaron fenomenal. La peque estaba encantada, ella me había ayudado un montón y ser parte activa en la preparación de tu fiesta mola mogollón. Recortó, pegó y me ayudó a colocarlo todo, ya es una mayor.

Quizás la decoración no quedase de libro pero os aseguro que para ella y para mí quedó preciosa porque estaba hecha con muchas ganas y mucha ilusión y poder hacerlo juntas fue lo mejor. 

Además para decorar la pared a última hora se me ocurrió hacer unas sencillas mariquitas con unos farolillos rojo que tenía de una fiesta pirata que hicimos hace tiempo. Con los farolillos y algo de goma eva negra, improvisé y quedaron unas mariquitas súper chulas, ¿no os parece?

El resto de ingredientes para que la fiesta de cumpleaños resultase bien los pusieron los niños. Mi peque, su hermana y todos los amiguitos que la acompañaron esa tarde que solo venían con la intención de pasarlo bien. ¡Eso es lo que importa!

Y para terminar la fiesta, no podían faltar las tartas. Para esta celebración hice dos de sus tartas preferidas. Una deliciosa tarta de galletas y chocolate para los más peques (de las de toda la vida) y una tarta de queso para los más mayores. Riquísimas las dos, tan ricas que no sobraron ni las migas.