Tres cosas que nos enseña el pueblito bueno

Las que me seguís en redes sociales ya sabréis que este fin de semana nos escapamos al pueblito bueno. Un viaje corto pero muy intenso que nos ha regalado maravillosos recuerdos y en el que hemos aprendido algunas cosas todos. ¿Quieres saber cuáles son?

Las opciones de juego son infinitas

Hicimos una maleta con dos mudas y pusimos rumbo al pueblito bueno si ningún juguete para las niñas. Y tampoco los han echado de menos. Ya lo dice Catherine L’Ecuyer en su libro Educar en el asombro. El juego al aire libre, estar en contacto con la naturaleza, ofrece un montón de posibilidades. Para las peques ha sido un fin de semana lleno de juego y de aventuras a pesar de no tener cerca ni un solo juguete. ¡Qué cosas!

Ni siquiera han visto la tele, aunque es verdad que en casa la vemos muy poco, y en el pueblito bueno hasta yo me olvidé del móvil. ¡Qué bien sienta desconectar de esta forma de vez en cuando!

Nuestros planes allí han sido divertidísimos, especialmente para las niñas. Aprender a hacer unos roscos deliciosos (fue imposible no saltarme aquí mi reto sin azúcar), subir a los arboles para coger ciruelas, descubrir madrigueras de conejos, ver como comen las vacas, dar de comer a las gallinas, pasear en tractor o montar al caballo Casimiro han sido sólo algunas de las cosas que hemos hecho en el pueblito bueno. Como veis fue imposible aburrirnos.

El pueblito bueno nos regala cosas maravillosas

La naturaleza no para de hacerte unos regalos increíbles. Ciruelas, higos, tomates, huevos… Probar estos manjares sobre la marcha y disfrutar de sus sabores sin aditivos, ni conservantes, es una auténtica delicia. Y a las niñas les vuelve locas.

Y, el pueblito bueno, no sólo nos regala cosas materiales también nos regala desconexión, silencio, aire puro y paisajes para perderte paseando. ¡Una delicia! Es, sin duda, un sitio perfecto para cargar pilas a tope antes de comenzar el nuevo curso y nos ha sentado a todos de maravilla.

Reciclar y cuidar nuestro mundo es muy importante

Estar en el pueblito bueno este fin de semana nos ha hecho reflexionar mucho sobre la cantidad de basura que generamos en las ciudades. Demasiada basura que tiramos alegremente sin pensar en lo que conlleva y creo que es algo que tenemos que tener muy presente.

En el campo se aprovecha todo y cuando digo todo, me refiero a TODO. Hasta las cáscaras de la sandia que se pican en trozos pequeñitos para dar de comer a las gallinas, para que os hagáis una idea. Me veo montando un huerto en la terraza en breve, no digo nada.

Nos falta papi, la foto hubiera sido perfecta con él 🙁

Sin duda, como ayer dije en IG, este fin de semana ha sido un FIN DE SEMANA EN MAYÚSCULAS. Estoy segura de que volveremos al pueblito bueno mucho antes de lo que pensamos. Nos queda mucho que descubrir por allí y, además, allí no sólo difrutan nuestras hijas, también disfrutamos nosotros y eso puntua doble. ¿Verdad que sí?

3 Replies to “Tres cosas que nos enseña el pueblito bueno”

  1. ¿Dónde???? ¿es una granja escuela o algo así? porque me interesa muuuucho

  2. […] historietas de mamá: con el artículo en el que nos cuenta su fin de semana en el pueblito bueno ¡qué envidia me ha […]

  3. […] En otoño especialmente nos entran muchas ganas en casa de organizar excursiones los fines de semana, algo que a las peques les encanta. Ahora que empiezan a ser un poco más mayores ya nos atrevemos a hacer alguna ruta, apta para niños, y disfrutar los cuatro juntos en familia. Eso o escaparnos al pueblito bueno, ahora que no hace tanto calor, y disfrutar de todo lo que nos regala. […]

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