Ayer fue un día de reencuentros en casa. Volvió mi mami a Madrid, después de ir hasta Holanda a por un paquetito muy especial. Mis sobrinas de 9 y 11 años, han venido a pasar una temporada a España y no os podéis imaginar las ganas que teníamos de que llegaran y lo contentos que estamos todos.
Tener familia lejos es duro, muy duro. Te pierdes tantas cosas, tantos momentos, tantas anécdotas, tantos instantes… Casi un año sin verlas, es demasiado tiempo. Por eso tenemos ganas de vivir estos días junto a ellas a tope. Cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo. La cuatro primas podrán disfrutar juntas y recuperar todo el tiempo perdido.
Desde que ayer llegaron, las cuatro son una piña son inseparables. No se han separado un segundo, ni siquiera para dormir, y da gusto verlas como disfrutan. Habra peleas seguro o algún que otro enfado, pero mis princesas disfrutarán de una convivencia con sus primas de la que no disfrutan habitualmente y sus primas también podrán disfrutar a tope de ellas.
En pocas horas nos vamos a la playita, a disfrutar allí todos juntos de unos días de relax y calma. Sin horarios, sin prisas y sin ningún tipo de obligación, más que la de pasarlo genial. Y estoy segura de que lo conseguiremos.
Solo nos queda la espinita de que este verano no estaremos toda la familia al completo. Mi hermana y mi cuñado no vendrán pero casi seguro que antes de que termine el año nos veremos y entonces podremos disfrutar todos juntos de nuevo.
Disfruta de la familia y del relax, un besazo
¡Muchas gracias!