Un nombre una vida

Recuerdo a la perfección el día en el que, entre todos, elegimos el nombre de nuestra tercera hija. La ilusión y la felicidad de habernos puesto de acuerdo los cuatro. Ya quedaba poco para su llegada y, por fin, el sueño de mis hijas, de tener una hermana, se cumplía. Y el nuestro, de ser familia numerosa, también. Elegir el nombre de tu hijo debería ser un momento inolvidable para todos pero, lamentablemente, no lo es… Por eso nace la nueva campaña de Unicef, un nombre una vida.

En algunos lugares del mundo, la vida es muy incierta y, para algunos niños, lamentablemente es demasiado corta. Cada día mueren 7.000 niños en el mundo durante el parto o antes de cumplir un mes de vida. Sólo un mes de vida… Por eso, los padres de muchos de esos bebés deciden no ponerles nombre hasta pasado un tiempo para que, si finalmente no sobreviven, sea, de alguna manera, más fácil sobrellevarlo. ¿Te imaginas no poner nombre a tu bebé? Es tremendo…

Por ese motivo Unicef ha lanzada la campaña un nombre un vida. Con nuestra ayuda se podrían evitar el 80% de estas muertes y salvar cada día a miles de bebés con medidas muy sencillas. Pero para implementarlas y llegar a todo el mundo, necesitan más recursos. Desde aquí, entre todos, podemos ayudarles. Necesitan nuestra ayuda.

Es importante que seamos conscientes de ello, los adultos, y que hablemos con nuestros hijos de ello, porque esto es una realidad que existe y no podemos mirar hacia otro lado. No debemos mirar hacia otro lado. No basta con ser consciente de la inmensa suerte que tenemos de vivir donde vivimos, eso no es suficiente. Debemos tener presente y enseñar a nuestros hijos que siempre, de una forma u otra, podemos ayudar. Debemos y tenemos ayudarles. En la medida de nuestra posibilidades. Por poco que parezca, cada gesto, supone mucho.

Con sólo 20 euros se pueden vacunar a 44 niños contra la polio. Un ejemplo de que con muy poco Unicef consigue grandes cosas, cosas que cambian la vida de miles de personas cada día. Porque toda la ayuda que enviamos os aseguro que llega, pude comprobarlo en mi viaje a Senegal hace poco más de un año. Con nuestra ayuda Unicef y todos nosotros podemos conseguir que ésos niños tengan un nombre y una vida que vivir. ¿Te sumas a regalar vida con la campaña un nombre una vida?

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