Cosas que nos gustan de volver a la rutina

volver a la rutina

No os voy a mentir. El despiporre y descontrol del verano lo mola todo, como diría mi amiga Sara, pero también hay muchas cosas que me gustan de volver a la rutina y, ahora, es lo que toca. Hoy es el último día de jornada intensiva en el cole y el lunes, por fin, volvemos del todo a la rutina en casa. Y volvemos con ganas, con muchas ganas de disfrutar de todas las cosas buenas que ello conlleva. ¿Quieres saber cuáles son las cosas que más nos gustan?

Las clases de ballet

En casa siempre hemos fomentado que sean ellas quienes elijan sus hobbies y, desde el principio, lo tuvieron claro. Ambas querían bailar y ya llevan varios años apuntadas a una academia de baile que está muy cerquita de casa. Y las dos,a finales de verano, ya estaban como locas por volver. Buena señal, sin duda. La peque ha empezado su cuarto año de ballet y no puede gustarle más. Tendriáis que verla como practica en casa ella solita, sin decirle nada. Y la mayor, que hasta ahora había ido a clases de Urban Jazz, ha optado este año también por ballet. Por ahora está féliz, como su hermana, y yo más féliz aún de verlas disfrutar como disfrutan con la danza.

Las tardes de parque

En verano las tardes de parque desaparecen prácticamente, con el calor es imposible y, casi siempre, resulta mucho más apetecible darse un chapuzón en la piscina que ir a jugar al parque. Ahora, por el contrario, con la entrada del otoño y la vuelta de las rutinas a casa casi todos los días tenemos un ratito para estar en el parque y hay que ver como lo disfrutan. Para ellas es fundamental. Les encanta corretear, inventar juegos, explorar y hacer amigos nuevos. Y para mi también, porque toda la energía la sueltan fuera de casa.

Los empachos de biblioteca

Con la llegada de la rutina también recuperamos nuestras visitas a la biblioteca. Vamos casi todos los martes y jueves. Les encanta que Agustina, nuestra bibliotecaria preferida, les hablé de las novedades y les haga sus recomendaciones. Ellas mismas eligen sus libros y todas las semanas volvemos cargadas a casa con un montón de lecturas nuevas. Y, además, cada quince días hay cuentacuentos, por el que ir a la biblioteca es un verdadero planazo sin duda.

Lo cumples del cole

Con la vuelta al cole y a la rutina las peques también recuperan su vida social (¡cómo suena!) que no es otra que los cumpleaños de sus compañeros de clase. No sé porque motivo en verano apenas hay celebraciones y hasta eso lo echan en falta. Pasar tiempo con sus compis de clase fuera del cole les mola mucho, aunque para los padres a veces no sea tan divertido.

Las divertidas «clases» de inglés con Amanda

Y las llamamos clases por llamarlas de algún modo porque son lo más divertido de toda la semana. ¡Les encantan! Tanto que si algún viernes Amanda no puede venir a casa o nosotros tenemos que cancelarla, os seguro que tenemos dramón en casa. Con Amanda juegan, pintan, hacen manualidades, se cuentan sus cosas y, sobre todo, se rien y a carcajadas. Eso sí, todo en inglés. Sin duda la mejor manera de adentrarse en un nuevo idioma.

Las excursiones de los fines de semana

En otoño especialmente nos entran muchas ganas en casa de organizar excursiones los fines de semana, algo que a las peques les encanta. Ahora que empiezan a ser un poco más mayores ya nos atrevemos a hacer alguna ruta, apta para niños, y disfrutar los cuatro juntos en familia. Eso o escaparnos al pueblito bueno, ahora que no hace tanto calor, y disfrutar de todo lo que nos regala.

Y también a mí hay cosas que me gustan de volver a la rutina

Yo reconozco que soy más de rutinas aunque también disfrute del «caos» del verano y volver a la rutina para mí también tiene muchas cosas positivas. Con el día a día organizado recupero mis ratitos para mí y mucho más este año que coinciden las dos en clases de ballet, a la misma hora y los mismos días de la semana. No me odiéis pero las que tenéis más de hijo sabréis que esto es dificil de conseguir. Gracias a esta maravillosa coincidencia tengo dos horas libres a la semana para hacer lo que quiera y aún ni me lo creo.

La vuelta de los horarios a casa implica, además, acostar a las peques mucho más pronto que en verano. Sobre las nueve ya suelen estar en la cama leyendo y poco tiempo después se hace el silencio en casa. Ese silencio que tanto echo de menos desde que soy madre y que tanto me ayuda a mantener mi equilibrio mental. Y después de disfrutar un rato de silencio también puedo disfrutar de un rato para mí o de un rato en pareja. ¡Qué nunca viene mal!

Y para vosotras, ¿cuáles son las cosas buenas de volver a la rutina?

Imágenes: Shuttersock

Deja un comentario